viernes, 20 de enero de 2012

Capitulo 23

Un días despiertas, con una desilusión al pensar en cosas que no te gustan, que te dan arcadas cada ver que lo piensas, que te levantas de mal humor, que a lo mejor no es de tus mejores días... Pero hay otros que te despiertas, saltas de la cama, apoyando el pie derecho para que te de suerte, tienes ganas tremendas de comerte el mundo, de persona en persona hasta que no quede nadie; cualquier cosa insignificante es lo más hermoso que has podido ver a lo largo de tu vida. Estos días son de lo mejor, ya no te importa Franco en historia ni Anita en matemáticas, sobrevivirías a cualquier ataque nuclear, como una explosión como un tsunami con tal de levantarse con el pie derecho, una simple tontería pensarás, pero no, sabes las ganas que tienes de ver a la gente que te importa, al chico que te gusta, que te vea y te sonría y tu te pongas tan colorada como un tomate o como un pimiento. O cuando te dice hola y no puedes fijar tu mirada en sus ojos, que te pones como un flan y muy roja y te dices a ti misma que eres tonta por tener esa reacción...

-Mmm, muy ricos estos tortelinis, te han salido de muerte. Me encantan.
-No exageres.
-No, enserio, no exagero, están genial, de los mejores que he probado.
-Muchas gracias, es que cuando le pone una pizca de cariño, otra de amor, otra de sinceridad y lo haces a fuego lento, salen así.
-Geniales, ya te digo.
-¿ Quieres leer la carta? -Se lo dice mientras coge la carta- No es muy larga...
-Si, con mucho gusto.
-¿Qué te ha dado por hablar así?
Andrea no responde, deja la pregunta en el aire, coge la carta y empieza a leer.


Querido hijo, sé que hace ya demasiado tiempo que no hablamos, y solo puedo hablarte en esta situación mediante cartas sin un destino de salida. Siento que ya no vuelvas a saber nada más de mi, hasta que investigues más sobre mi desaparición. Seguiré vivo. No puedo decirte dónde me encuentro, no puedes saber mucho más de todo esto. Espero que pronto lo sepas todo. Mira, Enrico, estoy muy lejos, fuera de España, hay cosas que no sabes. Lo primero que debes saber es que soy un hombre lobo. Eso de que trabajaba por las noches solo en luna llena, es mentira. Me iba sobre las seis para alejarme lo más que podía de vosotros para no atacaros. Tu madre me descubrió y estuvimos discutiendo mucho, hasta el punto que me dio mucha rabia y me fui. Volví porque pensé que solo era un arrebato de los que le dan a los niños chicos y eso. Hablé con tu madre tranquilamente y decidimos no contaros nada, ni a ti ni a Valeria. Hasta aquí solo puedo contar, lo demás que pasó hasta ahora tienes que descubrirlo por ti mismo. Te estoy poniendo a prueba, si no me encuentras moriré. No volveré por más que me lo digáis ni nada. Ah no, si no sabéis donde estoy, el móvil me lo deje en casa. Te habrás quedado pasmado, siento que te hallas enterado de esta manera, tu madre no se atrevía. Si se lo dices a la policía no te servirá de nada, recuerda, soy un hombre lobo. ¿Qué?, ¿Qué cuántos somos?, Enrico, Enrico... somos unos veinte o así. El líder por desgracia soy yo. Bueno, espero que te vaya bien buscándome. Y espero que te vaya genial y llegarás a ser uno de los nuestros.


                                                                                                                    De tu padre. Te quiero.
-¡Dios!
-¿Qué?
-Estoy atónita, ¡qué alucine!, ¿esto es verdad?
-Se supone que si, no lo sé.
-Pregúntaselo a tu madre.
-¿Tu crees que debería de hablar con ella?
-Si, dice tu padre que tu madre lo sabe, yo se lo preguntaría, pero como tu veas...
-¿Vamos ahora?
-Si quieres... Pero luego tenemos que volver -Le guiña un ojo- ya sabes...
-Claro amor, si no tardaremos nada. Y así te presento a mi madre que tiene ganas de conocerte en persona.
-¡Qué vergüenza!
-Más vergüenza me dio a mi conocer a tu madre de esa manera.
-Tampoco fue para tanto.
-¡Cómo que no!
-Exagerado.
Pocos minutos después se sentaron en los sillones grises del automóvil y Enrico concentrado en las marchas, en el acelerador, en el freno y en la carretera, se dispuso a avanzar con rumbo fijo a la casa de sus padres, bueno, ahora de su madre y su hermana, que son las que viven actualmente.
Tras un corto camino de viaje llegaron al punto de destino, se bajaron deprisa del coche, él lo cerró con el mando a distancia mientras andaba hasta el portal.
-¡Mamá soy yo! Abre.
Su madre de inmediato abrió la puerta obedientemente, poco después entraron en la casa. Su hermana estaba mirando hacia ellos justo detrás de la puerta del comedor.
-Buenas hijo. ¿Quién es esta muchacha tan guapa?
-Mi novia.
-¡Dios mio!, ¡Qué encanto, que hermosura! -Le da dos besos muy fuertes haciéndole daño a Andrea, pero ella ni se inmuta- ¿Cuándo os vais a casar?
-¡Pero mamá! Todavía es muy pronto para eso.
-Perdona, perdona, era un suponer nada más.
-Bueno, he...
-¿Qué edad tiene esta jovencita? -Le corta su madre- Pareces muy pequeña para él.
-Si señora, tengo diecisiete recién cumplidos.
-¡Pero no te da vergüenza Enrico!, es menor de edad.
-Mamá, lo sé pero ella me quiere, yo le quiero, nos queremos. -Responde con mucha ira- Joder y para qué habré venido -Dijo entre dientes.
-Pero bueno Enrico, habla bien, perdona cariño, mi hijo es así, tu pareces buena gente -Dijo dirijámonos a Andrea que estaba muy callada al lado de Enrico, no se atrevía a decir nada.
-Gra...Gracias.
-¡No estés tímida, siéntate como si estuvieras en tu casa! -Le dijo mientras la conducía al cuarto de estar donde Valeria salio corriendo hasta el sillón y sentándose en él.- Valeria di algo a la invitada, no seas tan maleducada.
-Hola.
-Andrea, ¿quieres un té?
-¡Mamá no seas tan pesada!, si, haz lo que quieras...
-Si claro, muy amable, un té me parece bien.
-Vale, Enrico habla bien a tu propia madre. Valeria ven a ayudarme.
-Si mamá. -Obedientemente se dirigió a la cocina junto a ella, mientras la pareja se quedaron a solas.
-Andrea, ¿cómo se lo vamos a decir?. Con la renacuaja esta y mi madre que no se calla.
-Pues no se, dile a Valeria que se vaya y nos quedamos hablando a solas.
-Mi hermana lo oye todo, esta detrás de todos lados, se esconde donde puede...
-Dile que te has encontrado a alguna amiga suya por la calle y que vaya a su casa.
-Buena idea, eso haré.
-¿Qué harías sin mi?
-Nada -Contesto con una sonrisa en la boca- ¡Valeria!
-¿¡Qué!? -Chilló desde la cocina lo mas fuerte que pudo.
-Ven un momento.
-Voy -Llego un segundo después- ¿Qué?
-Que me he encontrado a Nerea por la calle, que dice que vayas a su casa que tiene una cosa importante que contarte, dice que no se me olvidara y que fueras.
-Ah vale, pues ahora iré si me deja mamá.
Su madre entro a la habitación donde se encontraban, con una bandeja enorme y encima dos tazas pequeñas y una tetera enorme con decorados de flores de todos los colores.
Lo dejó con mucho cuidado de que no se cállese nada y no derramarlo. Se sentó junto en frente de ellos.

''Los retos difíciles son los mejores, arriésgate y sé feliz''


viernes, 13 de enero de 2012

Capitulo 22

Han detenido a Laura.
-¿Usted ha tenido algo que ver sobre la trama de espionaje? -Dijo el agente Iglesias- Si es así, explique por qué y como lo hicieron.
-Si, era la ayudante de Karl -Respondió un poco entrecortada- Fue porque él estaba celoso al ver que su ex novia se fue con otro.
-¿Karl espiaba a su ex novia?
-Si, señor -Respondió con seguridad- ¿Cómo lo habéis pillado?
-Se veía venir. Mira Laura, sé que usted es buena persona, pero Karl es un traficante, un camello profesional y si ahora ha echo esto, no quedará más remedio que detenerlo.
-Perdone, solo hemos echado varias fotos ha esa chica, yo por mi parte no quería hacerlo, Karl me obligaba a que trabajase para él. ¡Quería matarla! En el hotel de Londres, exactamente ''The may fair'' me dijo que me quería, que aquella chica no significaba nada para él pero yo si.
-Muy bonita la historia -Dijo burlándose- ¿cómo quería matarla exactamente?
-No lo sé con exactitud. No me contaba nada, solo me decía que hiciese mi trabajo.
De repente.
-¡Laura!, ¡Laura! Despierta.
-¿¡Qué!?
-Has tenido una pesadilla parece.
-Que mal sueño.
-¿Es verdad eso de que te dijo que te quiere?
-¿Cómo sabes tú eso?
-Hablas en sueños.
-Ups, no lo sabía. Si, es verdad, le dije que yo no quería nada con él, que volviéramos enseguida.
-¿Sigues trabajando para él?
-¡Cómo voy a seguir trabajando para él!. ¿Estás loco?
-Perdón, perdón. No quería ofender a la Srta. Laura.

Andrea entra un poco preocupada pensando en como se iba a tomar su madre la mentira que le iba a decir. Su madre se tenía que tragar de alguna manera que se iba a casa de Susanna. Pero después de lo del viaje con Enrico no le iba a creer. A la salida vendría a por ella, se la llevaría en coche hasta su casa, y le debía una por el partido. Pero antes tendrían que comer algo para ganar algo de fuerzas, que esto no es ni mucho menos un colegio donde hay comedores para los bebés ni nada. Ya le gustaría a Andrea quedarse a comer en un comedor, para escaparse con Enrico. La pena es que no hay y se tendrá que conformar con mentirle a su madre y aguantar que le soborne Susanna. ¡Pobre de ella!
-¡Andrea! Tenía muchísimas ganas de verte... He estado muy preocupada estos días. Y encima aguantar a la irritable Rebeca. Me pone de los nervios. Pero menos mal que estás aquí mi gran amiga. Por cierto, me lo tienes que contar todo, detalle ha detalle, todo lo que habéis echo, y lo que te ha regalado...
-Si... Hola Susanna... Yo también tenía ganas de verte. Antes de nada me tienes que hacer un favor.
-¿Cuál?
-Tenemos que llamar a mi madre para que se crea que me voy a comer a tu casa.
-Pero antes de nada me tienes que contar detalle a detalle todo lo que habéis echo, y yo te cubro con lo de tu madre.
Después de contarle todo lo que pasó en Londres y en el hotel.
-¡Qué fuerte! ¡Me dejas pasmada!
-¿Entonces me cubres o no?
-Claro que si. Qué romántico, seguro que esta tarde lo volvéis ha hacer.
-Anda vamos, que nos toca lengua.
-Claro, claro.

Tras haber estado seis horas pegada a la silla, solo con un descanso de media hora y un profesor que faltó ha cuarta Don Franco de historia, que por motivos personales no podía asistir, pues no se movió de su pupitre, hasta que sonó el último timbre de ese día.
-Susanna, ven corre.
-Dime.
Andrea saca el móvil, le da a agenda y busca rapidamente el número de su madre.
-Mama
-¿Qué? ¿Ha pasado algo?
-No. Me voy a comer a casa de Susanna.
-Cariño, no me mientas, si te vas a casa de ese chico, vete. Ya me inventaré algo para decírselo a tu padre.
-Gracias mamá eres un sol. De verdad, no se como te las ingenias, siempre me descubres.
-Es el don de las madres. Pero Andrea, siempre dime la verdad, ¿vale?
-Si...
-Hasta luego.
Colgó el móvil, ya no hacia falta mentirle más, Andrea cree que su madre le dejaría pasar más tiempo con él y ser feliz, formar una familia y eso, aún que es demasiado pronto.
-Andrea, estoy aquí.
-Ah, Hola Enrico, no te había visto.
-¿Me das un beso? -Rápidamente, Andrea se lo da- Bueno, ¿vamos a mi casa o prefieres ir a algún lado?
-No, no, a tu casa, que me gusta mucho, es enorme.
-Venga sube al coche.
Se sube al coche muy obediente, se pone el cinturón de seguridad, se ha cambiado el coche, es un Kia Rio color rojizo.
-¿Cómo estás?
-¿Quieres saber como me siento?
-Por supuesto, todo lo que sea de ti. Dime amor.
-¡Qué tonto! -Le mira, le sonríe, le brillan los ojos como a una luciérnaga en plena noche- Pues mira, ¿sabes cuando miras a tu alrededor y todo te parece más bonito, como árboles que te rodean,  el cielo o una nube tonta flotando sobre tu cabeza? pues así me siento yo en este momento, todo en pocas palabras, y que tienes en perfecta sintonía el mundo, cuando estoy contigo siento eso Enrico, lo más absurdo de la vida, te hace que sea lo más perfecto estando a tu lado. No intento hacerte la pelota ni nada, parezco una cursi diciendo esto, pero es la verdad, lo que siento por ti es real, eso no se cambia. Te quiero. Por nada en el mundo quiero perderte...
-¿Sabes?, esto es lo mejor que me han dicho en la vida... Pero es que lo que siento yo por ti es más grande que todo eso.
-¿Te acuerdas del partido de Madrid-Barça?
-Si.
-Tenemos algo pendiente.
-Es verdad, gano tu equipo, estoy deseando ver lo que quieres hacer.
-Verlo no, mas bien sentirlo.
-Mmmmmmm, ahora no caigo.
-Ya caerás...
-He echo tortelinis, espero que te gusten.
-¿Queso o tomate?
-Queso.
-Los de queso me gustan más, si señor, buena elección.
En la radio se escucha la canción de moda estos días. Andrea canta feliz al ritmo de la música mientras a la vez baila. Enrico mientras tanto, esta concentrado en la carretera, para no hacerle ni un rasguño a su nuevo coche, se lo compró ayer, el viejo Renault se lo ha dado a su madre porque el de ella se a estropeado y tenía unos quince años, y ya era hora de variar y tener otro en condiciones. Y él pues se ha tenido que comprar otro. Ha dado la entrada de pagar el coche y lo tiene que pagar en un plazo de dos años y medio. Le resulta extraño que Andrea no le ha preguntado. Muy raro viniendo de ella. Andrea es cotilla, pero lo suficiente. Por el momento Susanna es mucho más cotilla, mientras que también es muy meticulosa.



''Para Laura López Rodríguez. Te quiero''